¡Álbumes y pseudoálbumes de matemáticos!

Resumen

Las matemáticas, al igual que la Música o la Filosofía, existen o progresan gracias a sus cultivadores. Es comprensible que al narrar la historia de las mismas se pueda, y se deba, incluir detalles personales de esos cultivadores. De un matemático no hay detalle personal más destacable que la imagen de su rostro (¡al menos la más difundida!). Sin duda se puede llegar a saber el teorema de Bolzano-Weierstrass’s o el algoritmo de Ricci-Curbastro sin ese requisito pero conociendo los rostros asociados a estos resultados matemáticos se hace evidente que se trata de tres matemáticos y no de dos, ni tampoco de cuatro. En la presente nota aparecen muchos rostros de matemáticos y en torno a los mismos se conversa amablemente, como se haría al encontrarlos adornando una institución académica, en una visita ocasional.