MARIA ANTÒNIA CANALS i TOLOSA.
El
trabajo generoso, vital e incansable, marcan la vida de
Maria Antònia Canals, nacida en Barcelona el año 1930 en
el seno de una familia muy vinculada al mundo de la
enseñanza. Puede decirse que su padre, Emili Canals, un
ingeniero muy aficionado a las matemáticas que murió
cuando Ma Antonia contaba 8 años, fue la primera persona
que ejerció una influencia decidida en su vocación, que
posiblemente nace a partir de la vivencia personal,
íntimamente ligada con el juego, la manipulación y la
intuición. También fue decisiva la influencia de sus tías
Dolors y Francesca Canals, conocidas como
les ties Montessori,
introductoras de este método en Cataluña. Con estas dos
influencias, el año 1950
acaba magisterio y en 1953 acaba la
licenciatura de ciencias exactas en
la Universidad de
Barcelona.
Uno de sus
primeros contactos con la docencia fue en el Liceo
Francés, una de las escuelas de mayor prestigio social de
Barcelona, donde impartió
sólo durante dos años
clases de matemáticas en el bachillerato superior. Pero
fue en la Escola Talitha donde pudo poner en práctica,
entre 1956 i 1962, una
verdadera renovación pedagógica en la educación infantil,
basada en algunas ideas fundamentales del sistema
Montessori, otras que enlazaban con las corrientes
pedagógicas europeas del primer tercio del siglo XX,
personalizadas en Catalunya por la figura del pedagogo
Alexandre Galí, y otras que iban tomando cuerpo como
descubrimientos y aportaciones personales de M. Antònia en
la educación matemática de las primeras edades.
Tenía 27 años y dejó el trabajo anterior porque el
proyecto de la nueva escuela le entusiasmaba y porque,
según sus palabras, “no hay que quedarse nunca cerrado
sino que siempre debe hacerse aquello en lo que realmente
se cree”. Así, su influencia como conocedora del método
Montessori
y como innovadora decidida
empezó ya a repercutir en
otros maestros en aquellos años de la dictadura
franquista, tan oscuros y tan difíciles. El paso
siguiente fue la construcción de todo el material
necesario, tarea que realizó con minuciosa precisión.
Seis años después
de iniciar el proyecto de Talhita, M. Antònia atraviesa
una crisis espiritual que la lleva a decidir iniciar un
nuevo proyecto en un barrio con más necesidades. Enterada
de que un sacerdote del barrio barcelonés Verdum había
celebrado una misa en la calle para protestar por las
malas condiciones en que se encontraba el barrio, decide
canalizar su compromiso social en esta dirección. El
barrio disponía de un barracón propiedad de la parroquia
donde cada tarde se impartían clases de capacitación
profesional. Es allí donde en octubre de 1962 M. Antònia
inició la escuela TON I GUIDA colgando un cartel que decía
“Parvulario”. Comenzó ella sola con 42
niños y niñas de entre 4 y 6
años, el 90 % de los cuales
eran inmigrantes llegados de diversas zonas de España, en
unas condiciones pésimas y mal atendidos.
La escuela
se mantenía con las cuotas que pagaban las familias según
sus posibilidades económicas, aunque para llegar a hacer
realidad la construcción de un nuevo edificio se contó con
las aportaciones de
importantes donativos de gente en buena posición social
que creía en el proyecto.
En
1968 las obras ya habían comenzado y M. Antònia llevaba a
los alumnos a observar sus progresos. El momento del
traslado es recordado emotivamente: “Todo eso se hizo para
que los alumnos tuviesen conciencia de que era su
escuela”.
Como
en Talhita, M. Antònia forjó en la escuela Ton i Guida un
equipo de maestros conscientes de la importancia de su
tarea y del espíritu del trabajo en equipo. La escuela
gozó de su máximo esplendor entre 1972 y 1975, en que
contaba con más de 400 alumnos y se había convertido en un
ejemplo y modelo de escuela.
Deja
Ton i Guida para dedicarse al cargo de “cap de l’Àrea de
Serveis de l’Ensenyament de Barcelona”. Pero no acaba de
sentirse bien en la política y al cabo de un año deja el
cargo. Se había involucrado en el ámbito universitario,
impartiendo clases de Didáctica de la matemática en la “Escuela
de Maestros” de la Universitat Autònoma de Barcelona:
En 1982 obtiene la plaza en las últimas oposiciones que se
hicieron según el sistema antiguo, y pide el traslado a
la Escola Normal de Girona,
entonces dependiente de la U.A.B..
Esto le supuso cambiar de residencia.
Al mismo tiempo, ya desde los
últimos años de Barcelona,
también dio clases de
didáctica de las matemáticas en infantil y en primaria en
la escuela de maestros de Vic.
Paralelamente a la
docencia en la escuela y en la universidad, hay otra
actividad que no se puede obviar, y que surgía como
consecuencia natural y como exigencia de la creación de
escuelas con una pedagogía entonces llamada “activa”, y
como exigencia de una postura de compromiso para cambiar
los esquemas de una dictadura durísima con la educación, y
cerrada respecto a Catalunya: fue la participación en el
equipo fundador de la institución “ROSA SENSAT”, junto con
Marta Mata y cinco personas más, en octubre del 65, y por
tanto la participación en las escuelas de verano, desde la
1ª (1966) hasta la 41 ( 2006), y a innumerables cursos y
seminarios en invierno y en verano, repartidos por
nuestras comarcas y por toda la geografía española.
Uno de los frutos de
estas actividades de formación permanente fue el
surgimiento alrededor de M. Antonia de diversos “grupos
de maestros” con el objetivo de compartir experiencias
docentes y al mismo tiempo profundizar en la propia
formación matemática. Los primeros empezaron en Barcelona,
en Rosa Sensat, y luego siguieron en Girona, Vic, Manresa,
Lérida, etc… Entre ellos destaca en Girona el año 1992 el
grupo PERÍMETRE, que después de 14 años sigue reuniéndose
un sábado al mes, y luchando porque las matemáticas
mejoren en nuestras escuelas. Este grupo y el equipo ICE
de matemáticas, fundan la Associació d’Ensenyants de
Matemàtiques de Girona (ADEMGI), de la cual M. Antònia
fue presidenta durante los cuatro primeros años, del 1992
al 1996. Durante este periodo, en 1994, la Associació de
Professors de Matemàtiques de les Comarques Meridionals (APMCM)
y ADEMGI fundan la Federació d'Entitats per a
l'Ensenyament de les Matemàtiques a Catalunya (FEEMCAT),
de la cual será presidenta durante los tres primeros años.
Su tarea ha
sido reconocida con diversos premios y homenajes: Medalla
President Macià (medalla del trabajo) (Barcelona, 13
d'abril de 1984); Premi “Mestres 68,” por la renovación
aportada al campo de la didáctica de la matemática y a la
concepción de la educación infantil (Girona, 17 de
diciembre de 1994); Homenaje por la tarea docente e
innovadora desarrollada en el campo de la didáctica de las
matemáticas (Girona, 29 de abril del 2000); Insignia de
plata de la FEEMCAT (julio del 2000); Insignia de oro de
la Universitat de Vic (17 de octubre del 2000); Profesora
emérita de la Universitat de Girona (4 de octubre de
2001); Distinción Jaume Vicens Vives ”a la calidad en la
docencia universitaria “ de la Generalitat de Catalunya (4
de octubre del 2001); CREU DE SANT JORDI de la Generalitat
de Catalunya (25 de septiembre del 2006), por su tarea en
la formación de maestros, sus publicaciones matemáticas y
su acción en la Escuela Ton i Guida; Homenaje conjunto de
la “Associació d’exalumnes, mestres, pares i mares de Ton
i Guida”,
del departamento de didáctica de las
matemáticas de la U A B, y de la institución Rosa Sensat
(5 de mayo de 2007); Premio NOU BARRIS (distrito municipal
correspondiente a Verdum) de Barcelona ( 14 de mayo del
2007).
Desde el 30 de
septiembre del 2001, Maria Antònia está oficialmente
jubilada y ha sido nombrada profesora emérita de la
Universitat de Girona, donde actualmente, desde
enero del 2002, dirige el GAMAR (Gabinet de Materials i de
Recerca per la Matemàtica a l'escola), que ella misma creó
como fruto del premio Vicens Vives antes nombrado, y que
sigue creciendo con el apoyo de la Universidad de Girona y
del Departament d’Educació de la Generalitat de Catalunya.
Con un pie en el GAMAR y otro en las escuelas del país, M.
Antònia sigue incansable en las tareas de innovación en la
didáctica, que bien podríamos llamar investigación a
través de la acción, y de formación permanente del
profesorado de infantil y primaria, tanto en Catalunya
como en toda España.
