El año que ha finalizado ha sido prolífico en
celebraciones; especialmente el Quijote impregnó de la vida escolar y
cultural. Entre matemáticos sorprende la poca repercusión de la figura de
Einstein. Este año, no duden la figura de Mozart inundará los móviles con la
"Marcha Turca".
Pero entre los temores que me invaden, sin duda está la
nueva reforma educativa que se nos viene encima. No me entienda mal el
lector, creo que la institución escolar tiene que asumir el reto de liderar
las profundas transformaciones, que supone vivir un cambio de época como la
que se está produciendo. Es una responsabilidad ineludible de las
administraciones educativas preparar el sistema educativo para que pueda
hacer frente con éxito a los nuevos retos educativos y a las nuevas
demandas de la sociedad. Sin embargo, tengo miedo a pequeñas cosas como que
la TIC me deje sin espacios para jugar, para crear y para construir
matemáticas con unos materiales que mi Departamento ha conseguido con
esfuerzo y tiempo. Yo soy así.
Pero mi mayor temor es convertirme en culpable de los
males que aquejan a la sociedad: índices de éxito escolar demasiado bajos,
jóvenes que terminan su periodo de escolarización con dificultades para
abordar cualquier tarea que requiera la mínima aplicación del conocimiento
matemático, y peor aún, imprudencia al volante, violencia de género...
Los profesores de matemáticas son sin duda educadores,
pero también lo son todos los sectores sociales. No sólo educan los docentes
y los padres, también con su comportamiento, el conductor de autobús, el
médico, el político. Por eso, la reforma educativa sí, pero sin olvidar que
la educación de nuestro país va mal porque como dice J.A.Marina, "falla la
urdimbre moral".
En este sentido, es elogiable la labor de la SAEM THALES
que desde el asociacionismo desarrolla una importante labor educativa en
todos los ámbitos: promoción de la olimpiada matemática, proyecto ESTALMAT,
divulgación matemática, formación de profesores, intercambio de experiencias
profesionales, impulso del empleo de las Tecnologías de la Información y la
Comunicación. Tal es así, que la Sociedad ha sido galardonada con la placa
al Mérito Educativo concedida por la Junta de Andalucía. Este reconocimiento
tiene que enorgullecernos a todos, ¡socios de Thales!, evitar instalarnos en
la cultura de la queja y las excusas y continuar dinamizando una actividad
como la enseñanza de las matemáticas en la que somos pioneros y a la que,
desde nuestras aulas, impulsamos, mejoramos y desarrollamos en cualquier
reforma educativa. ¡ENHORABUENA SAEM THALES!