Dos son los motivos que me hacen dirigirme a vosotros en
estas fechas y en estas páginas de "Epsilón": En primer lugar, la inminente
conmemoración de nuestro vigésimo quinto aniversario como Sociedad
Matemática; y en segundo término, la celebración de la Medalla al Mérito
Educativo que hemos recibido de parte de la Junta de Andalucía, así como la
gratitud encarecida que por tal concesión dispensamos a la Conserjería de
Educación.
La Sociedad Andaluza de Educación Matemática "Thales"
cumple en noviembre cinco lustros de existencia. En tiempos en que el
asociacionismo, en general, no goza de demasiada buena prensa, una
asociación como la que presido, se hace cada día más necesaria. Que los
educadores se aglutinen alrededor de unos fines tan dignos y tan
imprescindibles como los de mejorar la educación de nuestros jóvenes es ya
un motivo de satisfacción; que lo hagan en Andalucía es algo que llena de
orgullo a cuantos integramos la "Thales"; que la Matemática y la Educación
Matemática sea el interés de miles de andaluces determinados a mejorar la
calidad de la enseñanza era - y sigue siendo- nuestro más deseado empeño.
Me gusta recordarlo: nuestra asociación empezó desde
abajo; fuimos los profesionales, los educadores, los que a pie de aula
sentimos, allá en los finales de los 70, la necesidad de reconducir los
enfoques de la enseñanza-aprendizaje de nuestra ciencia. Desde abajo, con
las miras puestas en dignificar la profesión y la materia que da sentido a
nuestro trabajo, la Sociedad Andaluza de Educación Matemática "Thales", no
ha dejado de crecer a lo largo de estos años. El arraigo que alcanza en
Andalucía ha logrado, por ejemplo, que más de dos mil profesionales impulsen
y desarrollen innovaciones relativas a la didáctica de la matemática en su
quehacer diario; ha sabido difundir la necesidad de la investigación
educativa en el ámbito de nuestra ciencia; ha conseguido divulgar y
popularizar la matemática entre la población escolarizada en sus distintos
niveles; ha contribuido a multiplicar la publicación de materiales
curriculares idóneos y específicos para cada nivel; ha conducido el nuevo
enfoque en la enseñanza de la ciencia a través del uso de las nuevas
tecnologías de la información y la comunicación; y ha propiciado la
aparición de otras asociaciones educativas, vinculadas a otros campos del
saber, a imagen y semejanza de la Sociedad Andaluza de Educación Matemática
"Thales".
Pero la ciencia no lo es todo. La Matemática no ha de ser
sino un ámbito más de la educación de los ciudadanos. Sin una perspectiva
humanística de la ciencia, sin tener presente que con nuestra dedicación a
ella aspiramos ante todo a formar jóvenes andaluces en los valores por los
que trabajamos todos en común, cualquier esfuerzo resultaría vano, parcial y
desviado. La Matemática enseña también a ser persona; tal como la
concebimos, alberga todas las posibilidades transversales para la educación
integral del individuo. Las Olimpiadas Matemáticas de tan creciente éxito, y
que tanta expectación generan, muestran bien a las claras la educación en
valores que pretendemos: esfuerzo y diversión, conocimiento y compañerismo,
razonamiento e intuición, competencia y camaradería, excelencia y
participación.
Nuestra Sociedad, la "Thales", guarda estrecho contacto
cooperativo con el resto de asociaciones que han ido surgiendo en España,
todas ellas dedicadas al mismo fin. La nuestra, una de las mas antiguas (la
segunda tras la "Isaac Newton" de Canarias) no ha dejado de consolidarse y,
en un buen número de aspectos, se considera un modelo de organización y
funcionamiento.
El reconocimiento que hemos recibido con la Medalla de
Honor al Mérito Educativo no es sino un acicate para preservar en nuestras
líneas y para merecer más participación, más compromiso y más asociados.
Como presidente -querría hablar por boca de todos- expreso la gratitud mas
sincera a la Junta de Andalucía por el galardón otorgado. Espero que sepamos
llevarlo con el orgullo y la humildad que, a un tiempo, caracterizan nuestro
trabajo.
Termino con un deseo sencillo pero solemne, dirigido a
los cuatro puntos cardinales de nuestra tierra: ¡Qué crezca y se multiplique
la educación en Andalucía! Nosotros somos la "Thales". Aquí estamos.